Porque el mundo es bonito, hasta vomitar.

03 marzo 2008

La nocturnidad y las ratas

Hace semanas que una rata pasea por mi jardín.
La muy jodida mordisquea los bulbos que planto y, tiene acojonada a mi perra que ya no se atreve a acercarse a los arbustos de una de las esquinas del jardín.

Ayer por la noche, mientras tendía la ropa (si, cada quién se acuerda de poner las lavadoras cuando quiere), la vi paseando descuidadamente por la valla que separa mi casa de la del vecino (con el que no nos llevamos precisamente bien). Silenciosamente, me alejé del tendedero, y armado con una escoba me acerqué a la valla sobre la que estaba encaramada. Solté un escobazo en la oscuridad, pero la rata algo más ágil que yo (aún no he acabado de pagar los turrones en el gimnasio) se escabulló a través de los agujeros de la valla, y se coló en el terreno del vecino.
Maldije en varios idiomas, y presa de la rabia (ya sabéis eso de el odio, el miedo y el lado oscuro) decidí ir a por ella. Me asomé por la valla, y pude verla remolonear por el jardín del vecino. Salté la valla (el cabreo da alas) y escoba en mano la perseguí, pero la muy cobarde se escondió bajo el coche de mi vecino.

Llegado a este punto, me hervía la sangre. Uno puede tolerar las huelgas de los autobuseros, el cambio climático e incluso los debates televisados, pero nunca que una rata lo humille. Me agache, y pude verla feliz y despreocupada debajo de uno de los ejes. Me miraba burlona, mientras frotaba su morro con las patas, sabiendo que no podía llegar hasta ella. Miré a mi alrededor, y lo vi claro. Eso tenía que acabar. Me armé con una garrafa de gasolina, dibujé un círculo (algo imperfecto) alrededor del vehículo, y entre risas macabras y aullidos (algo sincopados) prendí fuego a la rata y sin mala intención al coche de mi vecino.

Lo que viene después no lo entiendo. Mi vecino salió de su casa hecho un energúmeno, vociferando y gesticulando como si se acabase el mundo. Intenté explicar lo de la rata pero no quiso atender a razones. Otro de mis vecinos al ver lo ocurrido me ha decidido guardar el coche bajo techo, y ahora tiene un perro paseando por el jardín (por si se me ocurre saltar dice el).

¿Acaso quieren tener ratas en casa?
Lo que hice, fue por el bien común. ¡Nadie quiere ratas en su casa!

Por su actitud, empiezo a sospechar de que o mis vecinos crían ratas en sus casas o les gustan mucho.


La rata

La policía no lo ve claro. Aparte del evidente coche quemado, que confirma la denuncia de mi vecino, ha encontrado el cadáver de la rata, lo que confirma mi teoría. Estamos a la espera del juicio (en una tal Haya), en el que imagino me absolverán. Ya que el presidente de la comunidad es amigo mío y me ha dicho que testificará a mi favor diciendo que hay una plaga de ratas insoportable.


Mi vecino

Yo de verdad, que a veces no entiendo a la gente…

18 comentarios:

David dijo...

jeejeje molt bo molt bo, pero no es mas facil comprarse un gato? :P

elena dijo...

¿En serio prendiste fuego al coche del vecino? jajaja que bueno, y pobre rata, yo que te tengo como un ferviente defensor de la vida animal!! Por cierto, tus links me tienen un poco desconcertada ...

elena dijo...

¿O es que hay un doble fondo en toda la historia...?

Joan dijo...

Detecto cierto aire folkeniano

08181 dijo...

Azri3l, no me gusta delegar, soy asi...

elena, shame on you!

Joan entiende que soy joven e impresionable.
O al menos impresionable... ¿Acaso tu no te dejabas greñas o te vestías de manera ridícula para imitar a tus idolos? Pues eso

Folks dijo...

Es usted un maestro, un poeta joder. Lírica en prosa, realidad convertida en parodia burlona pero precisa, me quito el monóculo ante usted en una reverencia desmedida.

No se si ha visto que el hombre de cuatro o cinco manzanas más allá, se ha enfadado porque dice que le había puesto un transmisor a la rata para que liberase su queso.

Little Dragonfly dijo...

Buff! s'haurà de rellegir amb més calma això...

tia cookie's dijo...

Es sorprendente el vicio de los malditos roeores en saltarse las fronteras, (lindes) si es que claro van provocando con sus dientecillos, sus manitas lamidas y su morro, y te acabas encendiendo. Creo que el presidente de su comunidad (váyase Sr. Busches, no?) se aqpunta a cualquier escaramuza para ir a buscar ratas y armas de detrución masiva alli donde le convenga, la culpa la tuvo su madre que le leía el Flautista de Hamelin...

elena dijo...

Shame on me??? pero bueno!!! ya te pillaré ...

chuliMa dijo...

jajaja..yo hubiera hecho lo mismito que tú.jajajaja

Besoss

Abogadaenbcn dijo...

que bueno! estoy por apoyar la opción del gato también.

Folks dijo...

Los gatos no comen ratas, de hecho cuentan en mi familia de tener una rata en la casa que se comió dos camadas de gatitos, con la gata acojonada sin poder hacer nada...

Anónimo dijo...

Cierto, ni los perros ni los gatos se atreven a toser a una rata. Yo tuve un rottweiler que atemorizaba a todo el barrio que se nego en redondo a ayudarme con una rata intrusa.

(ahora entendeis que quemase el coche?)

Bárbara dijo...

Me zambullo en este blog y me encuentro con una gran historia. Las ratas, muchas veces, condicionan nuestra existencia. Yo me he topado con muchas en mi vida, pero con un buen escobazo las puedes mandar a tomar por culo y te olvidas de ellas, otra cosa es meterse en líos de juicios y esas cosas, que lo único que hacen es llevarte al pasado y recordar momentos jodidos y, ya sabes, no merece la pena. Olvídate de tu vecino...cuando de ratas se trata lo mejor es olvidar.

Tenblog dijo...

ME HA ENCANTADO!!

Deric dijo...

molt bo

6zeros dijo...

Y Denke? Qué fue de él?

Joan dijo...

Cree el ladrón...ehem

Hasta te spamean, so vago