En estos días de regreso a la normalidad, todo se reestructura. Las aguas van volviendo a su cauce, y lo único inmanente son las noticias, que por regla general suelen ser o malas o absurdas.
Leyendo los periódicos y escuchando las noticias “ de verano”, se da uno cuenta de lo que son las circunstancias. Un tiburón, por si mismo, no es noticia, pero si es Agosto, y se pasea por una playa, ese tiburón puede ser el eje de cualquier telediario que se precie. En algunos momentos pensé que nombrarían a la tiburona de Tarragona, “consellera” de.alguna cosa. Es mas, en algunos momentos, llegué a desear, que la nombraran “consellera” de infraestructuras.
Son las circunstancias las que nos hacen pensar que nosotros no hacemos turismo, sino que viajamos, y en lugar de saturar los destinos (turísticos), los enriquecemos con nuestros dineros y activamos la economía de la zona. Cuestión de circunstancia y perspectiva.
Las muertes de militares estadounidenses, son una pena, ya que mueren exportando la paz. Si mi hermano menor mirase telediarios, acabaría pensando que los Iraquíes son unas personas que explotan súbitamente mientras compran el pan.
Decir “marroquí de mierda” es racista, mientras que decir “putos yankis” es progre...
Un trabajador que muere en accidente laboral, no suele ser noticia. A no ser que se queme el cuerpo trabajando ilegalmente en la sede de un partido político, o sea un guardia civil que sufre un atentado. Eso si es noticia. Pero si el trabajador resulta ser un futbolista, tiene bonus, eso ya no es noticia, eso es un drama nacional. Portada en todos los medios. Supongo que una vez mas, hablamos de circunstancias y perspectivas. Por que un paleta que muere trabajando es uno mas, y no un héroe, como el 99% de los militares que mueren haciendo eso, su trabajo, (recordemos que ya no se obliga a nadie a ser militar).
Esto no pretende ser una crítica, simplemente un ejercicio de comprensión personal. Mi demagogia y mi cinismo, también son circunstanciales, lo se.
N. del A.: Aclaro, para lectores furibundos, que suelen saberme mal casi todas las muertes. De hecho, todas excepto las de los mimos, gente siniestra...