Katana

Teniendo la nariz metida entre apuntes, es difícil estar al día de lo que va pasando a mi alrededor.

Pero la verdad, cuando encuentro cinco minutillos e intento ponerme al día, se me pasan las ganas.

Para los que no lo sepáis, estoy acabando la carrera (finalmente), me sabe mal anunciarlo yo, por que los chicos del sonar quieren basar la temática próxima edición del festival en este hecho, pero para mi vosotros sois lo primero, claro que si.

Bueno, a lo que iba. Inocente e incauto que es uno, me dio por pedir información a una universidad “publica”, perdón, ““publica”” para saber, si como sucede en otros países de nuestra amada Europa, podía recibir algún tipo de ayuda o estipendio del estado para cursar una segunda carrera. Ya sabéis, esas becas a las que optamos todos los mileuristas, y con las que puedes incluso pagarte viajes al caribe para desestresarte. Me sorprendió ver que un mileurista, es considerado hoy en día como un agraciado, al que debería darle vergüenza pedir una ayudita por favor a mamá estado (en realidad lo sabía de la última vez que lo pedí, pero creo que el shock me hizo olvidarlo, además después de unos años de gobierno de izquierdas pensaba que la cosa podía haber mejorado, pero nones).
Total, que me encontraba haciendo esfuerzos por aguantar las lágrimas, cuando acabaron de destrozarme el alma.

-Señor (esto ya dolió lo suyo) ¿pero usted ya tiene una carrera, no?-
-Si, ya casi- contesté alegre, pensando que quería felicitarme.
-Pues si va matricularse de una segunda carrera, tiene un recargo del 20%-

¿Einnnn??? ¿Pero como puede ser? Dos lagrimones correteaban por mis sonrosadas mejillas de casi ingeniero, y mi alma gritaba -¿Por que no nací en Suiza?-
Colgué el teléfono sin despedirme de Asunción, que así se llamaba la teleoperadora de acento ecuatoriano (acento postizo, por que en realidad se llamaba Montse y era de Gironella, pero se ve que para ser teleoperadora puntúa tener acento exótico).

Decidí volver a la biblioteca de la Universidad Autónoma a ver si al menos aseguraba la primera carrera. Cuando un periódico se cruzó en mi vida, y me hizo leer lo siguiente:

"el asesino del Rol, tras cumplir ¾ partes de condena, quiere salir libre a sus 34 años, tras licenciarse en prisión ¡GRATIS! en Químicas (rama de Medio Ambiente), Matemáticas (estadística) e Ingeniería Técnica de Informática. Además, ha aprendido inglés y está sometiéndose a exámenes para obtener la licenciatura de Informática."

Perdonad, pero MECAGÜENLAPUTA!!!

Osea, que a un chalado que se carga de 19 puñaladas jugando a rol a un pobre hombre, lo sobre educan gratis, lo preparan mejor que a mi (casi ehem), y encima ahora, no solo va a salir antes de prisión, sino que podrá competir con los estúpidos que en lugar de cargarse a una vieja a escupitajos, decidieron ir pagando matrículas universitarias por la vida.

Yo de momento estoy pujando en ebay por una katana bien gorda, y acto seguido iré a buscar a Asunción (aka Montse), o mejor aún a algún ministro, a ver si así puedo matricularme en Deusto...