Porque el mundo es bonito, hasta vomitar.

24 julio 2007

Musicidio

Ando liado, adaptándome al nuevo trabajo.
Si, finalmente, después de varias entrevistas, y de preguntas del tipo:

"¿Y por que quieres este trabajo?"

Y a las que mi mente, no podía evitar responder en silencio

"Pues mira, por que soy millonario, y me va el morbillo de trabajar por cuatro duros..."
Bueno, finalmente dedico mis horas a levantar el país.
Pero estos días también han sido de introspección. Supongo que de tanto venderte, acabas preguntándote para que vales y para que no, y es esta parte la que me ha llevado al punto en que me encuentro.
Es momento de que me ponga en pié, y admita que tengo una discapacidad manifiesta para la música.
Dicha discapacidad no sería un problema, de no ser por que me encanta la música, y sin darme cuenta puedo martirizar a la gente de mi alrededor, con intentos malignos de seguir el ritmo a golpes de boli en la mesa. Con los años, la rumba a logrado que pueda moverme con cierto ritmo, e incluso llegue a entonar algunas notas sin ser del todo desagradable. Pero a la que intento acercarme a un instrumento, las musas se indisponen, y un aura de mal rollo se apodera de los que tienen a mal escucharme.


Es por eso, que creo que ha llegado el día en que inicie un peregrinaje por todos los centros educativos en los que he estado, para pedir disculpas uno a uno a los profesores de música, que se vieron en la obligación de soportar los intentos que perpetré con la flauta en mis años mozos. Esos pobres docentes tuvieron que soportar impertérritos como asaltaba canciones sencillas e inocentes, convirtiendo alegres villancicos, en anunciaciones de muerte y desesperación.
A falta de presupuesto para iniciar ipso facto el peregrinaje en cuerpo presente, aprovecho el blog para disculparme, y dar todo mi apoyo y solidaridad a los profesores de música de todo el mundo...
Admiro vuestra entereza.

13 comentarios:

MaRiNa dijo...

sinceramente, yo tendría q empezar el peregrinaje contigo

Anónimo dijo...

Siempre he pensado que lo de repartir las culpas funciona...

Tania M Dubla dijo...

No sabes lo identificada que me siento con este post...pero yo no voy a pedir perdón, yo lo hacía lo mejor que podía...mal pero no a propósito...

Joan dijo...

Quítate la venda de los ojos, los profesores son los culpables de todo. Ponen flautas demoníacas en manos de imberbes aún legos en casi todo para poder partirse la caja a nuestra costa. ¿Para qué sirve entonces aprender a tocar la flauta en EGB sino es para cachondearse de los alumnos?

Joan dijo...

Por cierto, he quitado el coñazo de la verificación de la palabra y, de momento, no se me ha llenado el blog de spam.

tia cookie's dijo...

Yo estoy con Joan, la flauta dulce es un instrumento especialmente diseñado por Satán para escarnio de los pobres niños, púberes e indensos que intentábamos sacar armonia de una caña con agujeros,...yo nunca más he vuelto a ver en concierto el menta instrumento,...bien si descartamos a los okupas con perro y rastas en la playas de Menorca, y a tenor del resultado debimos ir todos al mismo cole.
Me niego a pedirle discvulpas a Don Secundino Merino, que si era real aunque era un personaje de comic con patas. El solito se merecería un blog entero, qué grande!!

08181 dijo...

vaya...
veo que quien mas quien menos, tiene su pequeño rinconcito de trauma con la clase de musica..!

Candela dijo...

Yo soy nula en temas musicales en su más amplia expresión

Laura dijo...

jo crec que encara eren pitjors les cantates d'escola..

tots desafinant.. jajajjaja

tuuu nene! on curres ara?

Ángel dijo...

Yo también soy bastante torpe para música. Tengo un oído en frente del otro y un radiador en la garganta, pero reconozco que me muevo con cierto ritmo.

Por eso dedico parte de mi tiempo extra laboral a organizar conciertos en vez de protagonizarlos. Es mi particular forma de exorcizar mis traumas.

David dijo...

pues a mi no me hicieron aprender a tocar la flauta en clase... lo mas que tuve que hacer fue tocar el triangulo... y es dificil desafinar con eso!

Pero bueno... yo tambien sufro lo mio, tuve un vecino que intentó aprender a tocar la gralla! aunque parece que finalmente ha desistido... o al menos ya no ensaya en casa :P

elena dijo...

¿Seré un bicho raro? a mí se me daba fenomenal, de hecho las clases de música eran mis preferidas. Siempre me dijeron que tenía un especial oído para la música, don que no aproveché, y todavía me pregunto por qué ... Siguiendo tu ejemplo, ¿debería pedir disculpas a todos aquellos que trataron de enseñarme números y fórmulas matemáticas varias, claro está, sin éxito? uff que pereza me da ...

Anónimo dijo...

Angel, yo creo que es una manera inmejorable de redención...
Azri3l, he visto "toques de triangulo" para flipar, y yo me veo perfectamente capaz de desafinar, e incluso de desafinar un triangulo.
Elena, no. Que que tuvieras que aprender eso, es un castigo por algo que habrás hecho en otra vida.