Porque el mundo es bonito, hasta vomitar.

21 mayo 2007

Karma

¿Y si estoy equivocado, y después de esta vida viene otra?
¿Y si son ciertas algunas de las promesas religiosas que actualmente considero milongas?
No se, tal vez sea por que últimamente veo cambios donde no esperaba movimientos, pero a ratos me sorprendo en plena introspección, preguntándome a donde me lleva despilfarrar dinero comprando post-it’s de marca, a costa de ahorrar en tratamientos para el pelo. ¿Tiene sentido caminar cinco calles más para ir hasta el Mecadona para ahorrar seis euros? ¿Tiene algún sentido universal utilizar desodorante sin alcohol?
Y en medio de estas dudas existenciales, me entraron los miedos y las prisas. ¿Y si en el más allá te obligan a decidir en que quieres reencarnar sin darte tiempo a pensarlo bien?

(Puestos a apostar por alguna religión, apuesto por la Neudobukor, la secta más próxima al sistema de creencias reencarnación - karma. Son cristianos de origen ruso pero incluyendo: Rechazo a la Iglesia, reencarnación, iconoclasta, pacifismo, naturaleza humana de Jesús, y ponen en duda la Biblia. La mayoría de neodukobors han cogido estas nuevas creencias de la TV o mass media. Para ellos, es una buena religión: Sin el horrible infierno para los pecadores, y el karma, que es más permisivo en ciertos pecados, ellos pueden hacer todo lo que les venga en gana mientras no molesten. ¡Molan!)

Bueno, pues me imaginé en pleno ataque de nervios computando pros y contras, y eligiendo mal la reencarnación de turno. Así que me puse a pensar algún “algo” en lo que reencarnarme.
Me acordé de mi perro, cuyas mayores preocupaciones son (en este orden); ver por donde escapar, para hacer repartos de tele-sexo a domicilio a las perras de los vecinos (y me refiero a sus cánidos), y encontrar un rincón soleado por las mañanas. Pero pensé que hay perros con peores vidas que la de Don, y hay que asegurar el tiro. Perro descartado.
Organismos unicelulares descartados, yo quiero placeres.
El tema gato pasó por mi cabeza, pero tener que lamerme según qué, para limpiarme me desanimó (lo siento, soy un poco ascos).
De repente se me encendió la bombilla. Quiero reencarnar en una sartén. Pero no en una cualquiera, yo seré una sartén “de tortilla de patatas” (SdTdP). Las sartenes para hacer tortilla de patatas, son exclusivas. Son los utensilios más mimados de nuestra sociedad, ningún Ipod, vajilla, palm, u ojiva nuclear, recibe mejor trato que estas sartenes.




Todos los que hayáis rayado la SdTdP de vuestra madre sabéis de lo que os hablo. Y a los que se os ha pegado una tortilla, al querer darle la vuelta por estar rayada también me entendéis. Yo en mis peores pesadillas, sueño que lavo la sarten de tortillas de mi madre con una nanas...

Todo son pro’s, no lo intentéis. No me haréis cambiar esta elección...

(¡ah! y la tortilla siempre con cebolla evidentemente)

08 mayo 2007

Historia e Isabel

Hace unos años propuse a mi entorno un replanteamiento político de España. En él, la corona ya no pertenecía a los Borbones, los nuevos monarcas eran Ortega Cano y Rocío Jurado. Mediante este sutil cambio, pretendía ilustrar una series de ironías endémicas de este país, no sin un punto de recochineo, por que negarlo.

Pero este fin de semana, me he dado cuenta de que estaba equivocado. En este país nos gusta la tragedia. Las historias de éxito generan envidia y cierto desaire, pero el morbo nos va como a nadie. Cuenta una desgracia y tendrás audiencia asegurada. ¿Y que es si no la vida de la Pantoja? Un torero muerto en el ruedo, una tonadillera lagrimosa, hijos despendolados de suerte dispar, chanchullos, un halo misterioso de homosexualidad... ¡La gran novela española!
Si señor, Isabel Pantoja tiene la vida de una española elevada a la potencia, actualmente no veo a nadie con mas pedigrí para ser reina de España.


Isabel Pantoja vive en un momento que no es el suyo, cual Federico García Lorca, vive en una sociedad donde no todo el mundo sabe apreciarla, ni entender, que si ella se queda dinero que no es suyo, es para que todos podamos disfrutar de su divismo. Puede que nosotros no lleguemos a verlo, pero nuestros nietos leerán la vida de esta mujer en la clase de “Historia de España”.

Pongo la TV y escucho a varias marujas diciendo ante las cámaras que:

-si ella lo dice, irán contra quién haga falta-

Y me estremezco. Para muchas personas de éste país, Isabel es inocente, ¡diga lo que diga cualquier juez!
Fidelidades como esta han desencadenado muchos conflictos a lo largo de la historia. Un mal “enchironamiento”, podría causar maremotos emocionales de la magnitud del asesinato del Archiduque Francisco Fernando.



Creo que entre todos debemos empezar a reconsiderar esta situación. ¿Queremos pasar a la posteridad como la sociedad que permitió el encarcelamiento de tan magno personaje? ¿Como la sociedad que permitió la escisión del país entre pantojistas y ximenistas?
¿Quién en su sano juicio, no ha deseado al conocer la historia, que Lorca se hubiese salvado de las balas en el último momento como Dostoievski, o que Scott y sus hombres hubiesen vuelto con vida de su aventura?

Free Pantoja, y como dice Pablo Carbonell, hace falta (¡YA!) un concierto benéfico bajo el lema: Cachulis askatu.