Porque el mundo es bonito, hasta vomitar.

26 marzo 2009

A grandes males...

El 3% de las emisiones de CO2 en España, proviene de flatulencias del ganado.


Un 3% es una cantidad nada desdeñable, me pregunto que opinará de todo esto el sector ecópata de la sociedad. Tal vez se debería tomar algún tipo de acción al respecto, no olvidemos que éste es un sector muy creativo, que ha propuesto en varias ocasiones soluciones poco prácticas y alejadas de la ciencia, y a la par molonas y vistosas, como los arbolicos navideños pseudo conectados a la dinamo de una bici (carísimos y alimentados realmente por la línea eléctrica). Me pregunto que soluciones se podrían proponer para solucionar este problema.


Forzosamente debe ser una solución cara, difícil de aplicar, y que sobre todo, moleste a la minoría que sufre el problema (en este caso los ganaderos) y propicie gestos de asentimiento en la mayoría que no tiene ni idea de la existencia del mismo (nosotros los de ciudad).


Desde aquí, cumpliendo con mis ansias de servicio a la comunidad, lanzo una...


Propuesta de plan de acción


Propongo que se invite (u obligue) a los ganaderos a instalar bolsas de plástico en los orificios de salida de los gases, para acumularlos de manera controlada, evitando así su emisión a la atmosfera (siempre queda bien dar un toque técnico).

Dichas bolsas serían llevadas (por el ganadero obviously) a puntos de recogida de algún color chillón y moderno (del que sea, pero que no nos recuerde que gestionan pedos de vaca), donde se acumularían, a la espera de ser llevados a centros de gestión de CO2 biológico (si quieres una subvención, pon biológico, sostenible, ecológico y/o automoción en tu propuesta).

Estos centros, los diseñaría algún arquitecto moderno (que deberá, o bien ser calvo, o llevar gafas de pasta, o ambas cosas a la vez). Una vez en el centro, el eco-CO2, será tratado para generar energía limpia (esta también es una palabra importante).


Aún no tengo claro el proceso para transformar pedos de vaca en energía limpia, pero esta es una propuesta ecópata, es decir, chachi pero sin base científica. Seguro que mientras montamos todo el chiringuito de las bolsas, los puntos de recolección, las plantas de tratamiento, y evidentemente todos los logos y campañas publicitarias del asunto, se me ocurre como hacerlo.


Ya estoy viendo escuelas de todo el país haciendo visitas culturales a las eco-plantas de transformación, a políticos haciéndose fotos con un casco de obra y una bata blanca. Reportajes en el País semanal, y hasta a David Delfín haciendo vestidos de noche con nuestras bolsas recicladas…


Estoy convencido de que a los ciudadanos de las grandes urbes les parecerá bien que su gobierno se preocupe por las emisiones de CO2. A los ganaderos que tendrán que hurgar en los anos de sus vacas (a partir de ahora llamadas generadores de eco-CO2), y a los/las generadores de eco-CO2 (antes conocidas como vacas), que les den por el culo, nunca mejor dicho. Luego hablamos de donde sacar la pasta para todo esto, pero ya tengo un par de ideas.


Generador de eco-CO2 emocionado ante mi plan


Desconozco la proporción de flatulencias ganado-humano, pero seria interesante saber que porcentaje de emisiones de CO2 son responsabilidad de los ciudadanos. Pero tranquilos, aplicando las normas anteriormente citadas, esto generaría molestias a una mayoría, con lo que descarto que lleguen a instalarnos bolsas en el culo.