Porque el mundo es bonito, hasta vomitar.

08 noviembre 2008

Ser o estar

Ser o estar.

Es una diferencia que aprendemos desde pequeños, y a parte de diferenciar cosas tan importantes como “ser buena” y “estar buena”, o reírnos de los guiris por que no saben utilizarlos (hay muchos idiomas a los que parece importarles un pimiento si alguien es o está bueno), lo del ser y estar sirve para muchas mas cosas.

Y en esto llevo pensando varios días, mientras veo por la tele al presidente JLR Zapatero (si, a veces con tanto llamarle ZP se nos olvida que es el presidente) llorar por los rincones para poder ir a la reunión del G20. Uno ya no sabe si nuestro presidente quiere ser o estar en esa reunión. Personalmente, y visto como trabaja el gobierno en los últimos años, a golpe de foto (ministra embarazada a defensa, ministerio de igualdad,etc…), le diría a nuestro presidente, que le deje las cosas importantes a los mayores.


Mesa de JLR Zapatero en el G20

Para ir a la reunión, y que lo sienten a la mesa de los niños, donde se sirve Fanta y macarrones, que nos ahorre los costes de su viaje (y el de su séquito), y espere a que le llegue el fax explicando que se ha decidido.

Mejor que sea aquí, y deje de querer estar allá.

05 noviembre 2008

Warm as the stick of a seller of churros


No soy gran amante de los churros. Caen pesados, te pringas al comerlos y no suelen ser baratos. Si no me equivoco debo comerlos un par de veces al año.
Pero esas dos veces son mágicas, de madrugada, con la sonrisa lela que da el alcohol, y un hambre indescriptible de casi cualquier cosa, disfruto los churros como si fuesen maná caído del cielo.



ooouyea...


¿Quién no ha salido de la discoteca destruido por los excesos, cansado y con un hambre voraz y se ha apretado unos churros?

La alegría de encontrar una churrería en el duro camino de vuelta a casa, acercarte y notar el calorcito, las luces que atacan a tus pupilas, hacer la cola mientras te hipnotiza ver como se crean los churros (con el famoso y caliente palo del churrero), coger el paquete calentito y pringarte de aceite.

Supongo que todos convendremos que la desaparición de las churrerias es algo indeseable.

¡Nacionalización de las churrerías ya!

Se veía venir que esto de la crisis iba a acabar mal...